jueves, 10 de abril de 2014

BREVERISMOS. 10 DE ABRIL DE 2014

     -¿Qué, cómo va la cossa?
     -Pues aquí, con mi circunstancia.
     -Anda, como yo.
     -¿Quién es usted?
     -Yo ssoy yo y mi circunsstancia.
     -¿Es usted…?
     -El missmo.


     -Podía haber avisado de su llegada, señor filósofo, porque me coge usted en unas circunstancias…
     -Puess de esso ess de lo que sse trata: vengo a indicarle cómo hacer frente a las circunsstanciass.
     -¿Hasta a las desfavorables?
     -Precissamente a essass con máss dedicación. Mire, le he traído mi libro Meditacioness del Quijote, en el que explico todo esso de YO SSOY YO Y MI CIRCUNSSTANCIA. Cada uno tiene ssu circunsstancia: familia, amigoss, cultura, possición ssocial… y esstamos en un mundo concreto, en una época hisstórica determinada, con un carácter, desstrezas físsicas e intelectuales que determinarán nuesstro carácter y perssonalidad. Assí que para sser realmente tú tieness que aceptar tu sser, tu entorno, tuss proyectoss, tuss deseoss… en una palabra: tu circunsstancia. La frasse completa ess: Yo ssoy yo y mi circunsstancia, y ssi no la ssalvo a ella no me ssalvo yo.
     -Ya veo, ya…


     -Este ejemplar está un poco manoseado.
   -Ess que lo publiqué en 1914, precissamente hoy hace 100 añoss.
     -Por cierto, ¿por qué arrastra las eses?, es que parece que las pronuncia dos veces.
     -Ess por la circunsstancia de mi ssegundo apellido.
     -Ah…


    -Pero también le he traído otro libro, a lo mejor un poco profundo para ussted, aunque en ssuss actualess circunsstanciass puess a lo mejor, ssi sse concentra, le puede hacer bien. Es La ciénaga definitiva, del italiano Giorgio Manganelli, un escritor inclasificable.
     -¿Comida para el espíritu?
     -Esso ess, ya veo que me ssigue.
     -Me han dicho que es usted amigo de hacer frases lapidarias, ¿por qué no me hace una?
    -Bueno, que ssea como desspedida, que tengo un poco de prissa, ¿tiene amigoss profesoress?
    -Pues sí, unos cuantos, que ya sabe que pertenecen a una especie que, para bien o para mal, no se extingue.
     -Muy bien, puess ahí va.


     -Y así, ¿otra frase más para todos…?
     -¿Tiene ussted amigoss inmovilistass, de essoss que no hacen máss que recordar el passado diciendo essa esstupidez de que cualquier tiempo passado fue mejor?
     -Pues sí, de esos también tengo unos cuantos.
     -Puess venga, ahí va essta frasse para elloss.



     -Vaya, pues muchas gracias, don José.
     -De nada, don Dessgarramantass.

Breverismos filosóficos


28) LA VIDA HUMANA
-La de las vacas, no sé, pero la vida humana es un misterio insondable –dijo el eminente filósofo, mientras bebía un vaso de leche.

197)  KILOS        
-Me pesa el alma –dijo el filósofo, deprimido.
-Pues yo creo que, además, le sobran diez kilos –insinuó el endocrino.

1126)  ESGRIMIR ARGUMENTOS
El filósofo esgrimió sus argumentos con todos sus recursos dialécticos… y con un bate de beisbol, por si fallaba la palabrería.


     Mañana ya veremos cómo está mi circunstancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario