viernes, 5 de abril de 2013

BREVERISMOS. VIERNES 5 DE ABRIL DE 2013

Estaba anoche en la cama en los dulces brazos de Morfeo (no hay nada como empezar cursi) cuando se abrió la puerta de mi dormitorio y apareció el filósofo danés Soren Kierkegaard. Me extrañó que apareciera así, de repente, después de 173 años sin vernos. Y si digo esto es porque lo conocí en la universidad de Copenhague, cuando ambos estudiábamos filosofía, en el curso 1839-1840.




Pues bien, entró en mi dormitorio y se metió conmigo en la cama. Y a mí, que soy viril de nacimiento, y a pesar de la confianza que en su día tuvimos, no me pareció bien. Sobre todo porque esperaba que de un momento a otro llegara Angelina Jolie y claro, a ver qué iba a decir. Pero me tranquilicé al recordar que era un hombre muy religioso y por lo tanto vendría con buenas intenciones.



Pero me molestó, no que trajera el periódico y el desayuno, sino que pusiera el disparador automático a su cámara y tirara esta foto que, la verdad, me compromete (yo soy el de la derecha). Y me dijo:
     -Quino, esto de ser filósofo existencialista es muy duro.
     -Pues anda que yo. Tú por lo menos eres filósofo, pero yo solo he llegado a desgarramantas, y eso que en clase sacaba mejores notas que tú.
     -Así es la vida, amigo mío. Pero he venido porque estaba deprimido. Y quiero pedirte que me leas tres Breverismos filosóficos y pongas una canción de un músico que admiro: Zbigniew Preisner.
     -Vaya nombrecito…
     -Es que es polaco. Y mira tengo una foto suya.



Y ahora, déjate de historias y empieza el blog, que luego dicen tus lectores que te enrollas como las jirafas.
     -Se dice como las persianas…
   -Qué más da, como filósofo existencialista me puedo permitir herrar de vez en cuando.
     -¿Tienes caballo? Del de montar, por supuesto…
     -No, ¿por qué?
   -Errar, de equivocarse, se escribe sin hache. Y herrar…
     -Vamos, vamos, al turrón. Déjate de tonterías.

Breverismos

16)  UN ENORME VACÍO            
El filósofo existencialista sintió un enorme vacío, un gran hueco interior, la nada por dentro… así que decidió prepararse la cena.

 197)  KILOS          
-Me pesa el alma –dijo el filósofo, deprimido.
-Pues yo creo que, además, le sobran diez kilos –insinuó su endocrino.

5651)  LA NADA
El filósofo existencialista se encontró con el vacío y la nada al abrir la puerta de su frigorífico.

     -Lo ves, ya me has alegrado la noche. Y ahora ponme algo de Zbigniew Preisner.
     -Pues tengo un disco suyo espectacular: una pieza de la banda musical de la película La doble vida de Verónica, del director, también polaco Krzysztof Kieslowsky, otro monstruo de quien hablaremos detenidamente otro día. Te encantará.

  
Y me encantó. Puede que sea la piececita para piano más delicada, bella y emotiva que haya escuchado nunca. De verdad, os recomiendo que le dediquéis los 2 minutos que dura. Y si no creéis al desgarramantas creed al menos al filósofo, ya que mi amigo, secándose las lágrimas, también os la recomienda, pues a pesar de ser un adusto filósofo existencialista tiene su punto sentimental, afortunadamente

Mañana, más de otra cosa que, de momento, la imaginación funciona.











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